domingo, 9 de enero de 2011

¿Cúanto vale la Felicidad?

Tras un parón vacacional y navideño el Blog vuelve a presentar un nuevo artículo, el primero de éste 2011, que esperemos que sea el año de consolidación de esta página que está al servicio de todo aquel que saque un poco de su tiempo y lo emplee en ella y su lectura.
El primer artículo de este nuevo año es de un gran amigo, Alberto José López Barea, que accedió a formar parte de nuestro grupo de colaboradores, y de ahí este escrito que mucho tiene que ver con estas fechas que acabamos de pasar, y que nos sirve como última reflexión navideña antes de encarar un nuevo año con nuevos proyectos, nuevas ilusiones y nuevos propósitos. Saludos a todos, y disfruten de su lectura.

¿Cuánto vale la FELICIDAD?

Llegando estas señaladas fechas, nos encontramos con un fenómeno que ahora en los tiempos que corremos de crisis económica del país, sorprende aún mucho mas.

Llega la Navidad, fiesta religiosa que celebramos por el nacimiento del niño Jesus, hijo de José y Maria.

La Navidad, fiesta que los grandes almacenes aprovechan para que las familias hagan un gran desembolso de dinero, ya sea regalos para familiares o juguetes que traerán los Reyes Magos a los hijos/as.

En mi caso, y reflexionando mucho sobre ello, la sociedad en la que vivimos, nos influye y nos dejamos llevar por los continuos espacios y spots publicitarios de juguetes, perfumes, etc… que intentan convencernos de que si no compras tal juguete no pasaras una dulce navidad(para niños pequeños) o de que si aun no tienes un I phone ahora tan de moda o el perfume de CH, no estarás a la ultima en estas fechas.

Me parece un poco absurdo que seamos, y me incluyo, tan materialistas y consumistas, ya que hay familias que debido al máximo gasto que hacen en Navidad, después se tiran meses sin salir de casa, pero la niña/o ha tenido de todo y en la mesa no ha faltado de nada, y con eso somos felices.

Con la crisis deberíamos saber donde está el limite de cada familia y estar concienciados de hasta donde podemos llegar, sino se puede comprar un juguete que vale 60€ pues se compra uno de 30€, pero después viene la niña y le dice a la madre;

-Mama, es que Maria tiene la cocina de HELLO KITY, y responda la madre,

-No te preocupes hija, mañana vamos y la compramos.

Solo porque Maria tiene la cocina de Hello Kity, y mi niña no puede ser menos que Maria, es ahí cuando nos damos cuenta de que la verdadera culpa de todo está en la educación que los padres dan a sus hijos, y creo que los padres deberían educar a los hijos sabiendo que la felicidad no es una cosa que se pueda comprar.

Hay que ser feliz con lo que se tiene o se puede tener, pero no con lo que quisiéramos tener.

Gracias por leerme y espero que todos hayáis pasado unas muy buenas y felices Fiestas!!

Alberto José López Barea (Estudiante de Gestión Comercial y Marketing)

No hay comentarios:

Publicar un comentario