Os presentamos un nuevo artículo, esta vez del benjamín de nuestros colaboradores. Jorge Carmona es un joven con grandres inquietudes, con grandes proyectos y un futuro prometedor, por lo que es un placer que haya accedido a participar con nosotros en este espacio. Sin nada más, disfruten y reflexionen de su lectura.
¿Navidad para todos o para algunos?
Pensando el otro día (que es algo que suelo hacer muy poco), me vino a la cabeza una pregunta que viene muy a cuento con estas fechas, y es la que, precisamente, le da título a mi escrito.
Estando en clase de informática, realizando un trabajo, vi una foto en Internet (ese personaje tan amigo de los jóvenes) de un indigente que se encontraba “tirado” a las puertas de un Corte Inglés, esa imagen me marcó tan adentro, que he decidido presentarme ante ustedes, exponiéndoles mis dudas sobre el sentido de la Navidad en esta sociedad tan materialista y consumista.
Para demostrarles la hipocresía en la que vivimos, le razonaré las respuestas en torno a dos preguntas:
1ª. ¿Es Navidad para los indigentes y para aquellas personas que viven abandonadas y olvidadas por los demás, por ejemplo, ancianos, drogadictos…? Según pienso, la gente sin recursos, cuya casa es la calle, sólo podrá pensar que ha llegado la Navidad por los adornos navideños y por los grandes centros comerciales abarrotados. Esos seres humanos son tan dignos de sentir la Navidad como nosotros, pero el destino les impide disfrutar de una simple comida acompañados por sus familias, e incluso si vamos algo más allá, el poder cenar en esa noche tan señalada; ¿ Nos atrevemos a hablar de solidaridad, esperanza, amor, y unión en esta época?.
Y todo lo dicho es también aplicable a todos aquellos con adicciones y como no a los ancianos que se encuentran solos y olvidados por los suyos. Reflexionen ustedes.
2ª,¿Es Navidad para los habitantes del tercer mundo?. No hace falta que les cuente en que condiciones sobreviven los que desgraciadamente han nacido allí. Y vuelvo a repetir, ¿no son ellos tan dignos como nosotros de poder disfrutar de la “época más maravillosa del año”?.
No es que no tengan nada que llevarse a la boca ese día,o cualquier otro, sino que carecen hasta de agua y la muerte acampan entre ellos. El “mundo desarrollado” solo sabe lamentarse de boquilla y no de corazón, porque si fuese así seguro que lucharíamos por encontrar una solución a este problema.
¿Si el hombre consiguió llegar a la luna cómo que no es capaz de arrimar el hombro y socorrer a sus prójimos de su mismo mundo?.
Para terminar y no hacer pesada la lectura de este texto, solo quiero hacer hincapié “una vez más” , en que reflexionen todos ustedes lo superficial de nuestros sentimientos en Navidad.
Jorge Carmona Luque. Estudiante de 2º de Bachillerato.
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