martes, 13 de abril de 2010

Las Claves de lo que pasa.

Es un placer escribir de nuevo para presentar el articulo de una amiga. Una joven con grandes inquietudes, una mujer andaluza preocupada del mundo que la rodea y que atendió a mi ofrecimiento de participar en este blog con gran ilusión, algo que agradezco profundamente. Sin nada más, por aqui dejo su artículo, profundo, sincero y , sin duda, de un marcado acento reivindicativo.


Las claves de lo que pasa

Difícil tarea la de entender la clave que rige la actualidad de hoy en día, y más aún añadiendo como aliciente la desmotivación de numerosos jóvenes por ser conocedores de lo que ocurre a su alrededor. Si no nos interesa lo que le ocurre al vecino de al lado, ¿qué interés nos ha de suscitar asuntos de carácter internacional?

Quitémonos la venda, jóvenes, y hurguemos en todos aquellos asuntos con claros matices de desigualdad. Concretamente, yo aprovecharé este espacio para centrarme en uno de estos temas.

Para entender las claves de lo que pasa hay que recurrir a la historia. El problema surge cuando esta historia está descontextualizada, como es el caso del conflicto Israel-Palestina. Uno de los principales problemas que sufre Palestina es la equívoca interpretación de la realidad, realidad distorsionada y manipulada por intereses que van más allá de lo religioso. Es evidente que no podemos hablar de conflicto, pues, citando a la R.A.E., se trataría de un “enfrentamiento armado”.

No estamos ante un enfrentamiento armado, estamos ante una ocupación, donde una de las partes es agresora, Israel, y otra víctima, Palestina.
En Israel podemos detectar claramente el perfil del maltratador, pues recurre a la violencia para conseguir sus objetivos. Mientras que en Palestina vemos a una víctima que intenta defenderse de la ocupación y de la opresión que ejerce Israel con la única arma que poseen, su racionalidad.

Actualmente la mayoría del mundo tiene una posición ausente ante la ocupación de Israel. Si todos defendiéramos a la víctima podríamos acabar con la opresión del agresor, Israel. Es ahí donde se encuentra la solución. Por tanto hay que esforzarse en dar a conocer la verdad, sin distorsiones ni manipulaciones, y por supuesto sin temor, pues contaremos con muchas voces como las nuestras, para así poder hacer justicia con el pueblo palestino.
Porque somos jóvenes y porque debemos estar llenos de inquietudes y de sueños, tenemos el deber de pensar que el problema del mundo no es que tengamos un problema grave, sino no poder solucionarlo. Y es precisamente ahí donde nosotros, los jóvenes, entramos en acción.

Laura Polo Carrillo
Estudiante de Comunicación Audiovisual